sábado, 9 de septiembre de 2017

Elin Danielson-Gambogi (1861 – 1919)


Elin Kleopatra Danielson-Gambogi nació el 3 de septiembre de 1861, en Satakunta Noormarkku, Finlandia. Pintora academicista, muy cercana a los realistas franceses, fue influenciada muy probablemente con Jules Bastien-Lepage. Dotada de una fuerte personalidad artística, fue una de las mejores, de entre todos los pintores realistas finlandeses de la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del XX.
Cuando contaba con once años, su padre que se acababa de arruinar, se suicidó, eso además de las dificultades que pasó su madre para poder darle a ella y a su hermana una buena educación, forjaron su carácter. Con quince años de edad, ingresó en la Escuela de Arte Finlandesa de Helsinki.
El futuro económico era muy incierto y para ganarse la vida comenzó a trabajar haciendo diseños para decorar porcelanas. Dos de sus jefes, viendo su talento, la animaron a viajar a París. Y marchó al país francés, donde pronto entró en contacto con los realistas. Comenzó a asistir a la Academia Colarossi, tiempo en el que realizó sobre todo  retratos y naturalezas muertas.
En la citada academia fue una de las más aventajadas de todos los alumnos, de hecho su formación se gestó en la Academia Francia, donde a los estudiantes se les enseñaba a dibujar y pintar lo que veían, para captar la impresión general, y a usar modelos en vivo.
Durante su etapa francesa viajó en varias ocasiones a Bretaña para pintar directamente de la naturaleza.
Volvió a Finlandia donde se relacionó con la élite artística de su país y pronto fue admirada y reconocida por público y crítica, venciendo no con pocas dificultades los prejuicios de una sociedad muy machista como lo era la finlandesa en aquel momento. Logró llamar la atención de los críticos con tres de sus obras: “Levolle”, “Ropa de mañana” y “Limpieza. Realizó varios viajes más a París para mantenerse al día con sus colegas franceses.
En 1888 abrió su propio estudio en Noormarkku y realizó un gran retablo para la iglesia Ahlaisten. Su estilo realista evolucionó hacia el naturalismo, que para ella era más una filosofía que una manera de pintar; se acercó en varias ocasiones al impresionismo, estilo con él que realizó algunas telas.
A finales del siglo XIX, el centro de atención del arte pasó de París a Roma. Viajó a Florencia en 1895, gracias a una beca, ciudad en la que permaneció cuatro meses tras los cuales regresó de nuevo a su Finlandia. Sin embargo, ese mismo año, decidió trasladarse al norte de Italia e instalarse en Antignano donde comenzó a realizar paisajes marinos.
Viniendo de un país donde el sol es escaso, fue para ella complicado adaptarse, aunque pronto se acostumbró a vivir en Italia y los colores ardientes de la luz solar natural del Mediterráneo. En Italia fueron muy aclamadas sus obras, sobre todo “Levolle” y sus paisajes costeros y de pescadores mediterráneos.
En 1896 contrajo matrimonio con el pintor italiano Rafaello Gambogi y se instalaron en Torre del Lago. Ambos participaron en las Exposiciones Anuales de Arte de Italia y en la Exposición Universal de París de 1900. Sus obras a partir de entonces recorrieron París, Florencia, Milán, Tampere, Turku, Helsinki y Vyborg.
Se hicieron muy populares varias de sus obras, especialmente “En la viña”, “Verano” y en 1900, en la Universal de París, tres obras fueron aclamadas: “Pesijätär”, uno de sus Autorretratos, y “Lago di Massaciuccoli”.
En 1900 su matrimonio atravesó una crisis, al entablarse Gambogi una relación con una amiga a la que habían invitado a su casa. A pesar de ello en esa época pintó tres de sus obras más importantes, una de ellas “Pouta” (tiempo seco), en la que nos muestra a una mujer tendiendo la ropa bajo el sol abrasador del Mediterráneo. Está dibujado con una perfecto uso de las sombras, vegetación, así como de la ropa, y el brillo que logra con una magnifica y refinada luz.
Viajó a San Petersburgo, pero hubo de regresar a Italia, Gambogi había enfermado y no habría sobrevivido sin los cuidados diarios de su esposa. Los años de 1903 y 1904 fueron especialmente duros para ellos, pasaron por importantes dificultades económicas, teniendo que volver a Finlandia para intentar vender algunos de sus cuadros y  vivir como invitada en casa de un tío suyo.
En 1911 volvió a Finlandia para exponer su trabajo. Esa iba a ser la última vez que estuviera en su país natal.
Volvió a Italia en octubre de 1913. Continuó pintando, organizando una exposición colectiva con Rafaello en su propio estudio, y participando en la Bienal de Venecia. Envió así mismo una obra a la Exposición la Sociedad de Arte de Turku.
Murió en Antignano, el 31 de diciembre de 1919, a causa de una neumonía, siendo enterrada el cementerio de la Misericordia Livorno.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.























































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