miércoles, 12 de abril de 2017

Sergey Bakin



Sergey Bakin nació en 1957 en una familia de un trabajador en Leningrado. La carrera de este exitoso modelista y un pretencioso artista gráfico empezó de forma extraña a través de aventuras de boxeo y jardinería infantil. Sus paisajes vagos languideciendo con sus puntos penetrantes e incluso venenosos, sus trabajos que representan el río Smolenka tienen la impresión de los recuerdos de sus juegos infantiles. En muchos sentidos el deseo de dibujar se formó en Sergey Bakin gracias al conocimiento del padre de su compañero en los deportes. Frecuentemente visitaba su casa, donde se reunían artistas cercanos a Alexander Arefiev.
En 1975 Bakin se graduó de la Escuela Secundaria de Arte de Leningrado. Según el consejo de sus compañeros mayores, el joven artista decidió ignorar la Academia de las Artes y entró en la Escuela Superior de Arte y Diseño Vera Mukhina. Esta Escuela Superior lo atrajo con su gran variedad de Departamentos y la oportunidad de obtener no sólo educación multidisciplinar, sino para combinar la pintura y los estudios de cerámica.
Sin embargo, Bakin pronto se decepcionó con sus estudios y decidió elegir la forma más fácil y entró entonces en el impopular Departamento de Modelado de Ropa. Bakin llegó a dejar la escuela secundaria en varias ocasiones, pero siendo considerado como un joven artista prometedor, con la influencia de sus maestros, Bakin ​​se graduó finalmente en la Escuela Superior de Arte y Diseño Vera Mukhina en 1982 e incluso consiguió un "Red Dior".
El mismo año Bakin comenzó a trabajar en una Casa de Modelos como modelista. Nueve años de su obra dieron sus frutos: la increíble colección de Bakin fue muy apreciada en un desfile de maniquíes en Munich, algunos modelos se hicieron especialmente populares y se pusieron en producción en masa. Hubo una oportunidad de dos años de trabajo en Ives Saint Laurent Fashion House. Pero el tiempo y las circunstancias hicieron que Bakin dejara el mundo de la moda y el artista se centrara en el arte.
Bakin apela a materias muy tradicionales: las vistas en colores pastel de la ciudad y las frágiles bailarinas, mientras que la manera especial, emocionalmente rica en la que se dibujan, ilumina las obras de Bakin y les añade color. Una vez, teniendo la orden de hacer una foto, el artista se puso detrás del escenario del Teatro Mariinsky, donde realizó su trabajo con entusiasmo apasionado. "Es imposible dibujar a una mujer y no enamorar de ella," - dice Bakin. Qjuizás por eso sus bailarinas son tan encantadoras en su bella languidez. Dibujo magistral, el artista no tiene miedo de la generalización y la expresión que le permiten evitar el naturalismo y convertir sus imágenes en vivos ejemplos de sentimientos genuinos.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.









































No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes añadir aquí tu comentario